Aramar es una empresa que se fragua en la persona de D. Antonio Llach, su fundador. Profesional y comercial de todo lo concerniente al mundo del vidrio desde 1969, trabajando para muchas marcas y casas de prestigio nacional e internacional. Siendo en 1981 cuando decide seguir su camino, para en 1985 crear la empresa Aramar, destacando de entre todos y hasta la actualidad el gran trabajo de Doña Adela Aragón, mujer luchadora, trabajadora, tenaz, y el soporte incansable de D. Antonio. Es en año 2004, cuando deja de ser una empresa 100% familiar, y con la incorporación de sus hijos Ismael y Toni, se le da un gran vuelco a la idea principal de empresa.
Fue a partir del 2005, el punto de inflexión de la nueva Aramar, cuando se decidió invertir en modernizar, informatizar y expandirse por todo el territorio español y peninsular, pasando de un almacén de 100m2 a más de 2500m2 en 3 naves y almacenes, que la empresa tiene actualmente. Dando servicio a toda España y Portugal en 24 horas (excepto islas), gracias a su amplia red comercial en el 80% de la península y a su amplio stock con más de 8000 referencias en catálogo y en sus almacenes.
Aramar siempre se encuentra en busca de la excelencia y la mejora continua y así lo demuestra su certificación iso9001 e IQnet international. Es por ello que se decide y se quiere mejorar cada día, escuchando a sus clientes e investigando en el mercado nacional e internacional con su equipo de I+D+I de ingeniería y arquitectura, en nuevos materiales, productos, colores, etc.
Si en algo destaca Aramar, aparte del gran grupo humano de 20 personas de las que consta con su excelente empatía y gran trato al cliente antes y después de la venta, es la capacidad de metamorfosis y adaptación que tiene, es por ello que la empresa ha alcanzado acuerdos con todos los fabricantes y las marcas más importantes, tanto nacionales como internacionales del sector, así como con fábricas para rediseñar o lanzar nuevos productos en menos de 30 días. Siendo éste uno de los argumentos para resolver cualquier necesidad que tengan sus clientes.